domingo, 25 de octubre de 2015

Maureen O'Hara, domingo por la tarde. Eleanor Parker, jueves por la tarde.

El jueves pasado no pudimos ver el partido en la peña y nos tuvimos que refugiar en un bar de nuestra calle. El bar era suficientemente amplio para que nosotros viéramos al Athletic y en otra tele un único cliente viera una película en la que Eleanor Parker protagonizaba la acción junto a un Robert Taylor que llevaba un sombrero de esos de cola de mapache en la cabeza. Era una película del Oeste y la estaban dando en 13tv. El partido del Athletic era muy interesante, jugamos bien y ganamos. Pero una única persona, un señor mayor, un personaje del barrio, viendo una película de 13tv, un jueves por la tarde, a eso de las ocho, un western de esos que posiblemente has visto dos millones de veces, era intrigante. Ya saben. De esos momentos en los que se te presenta el fantasma de las navidades del futuro. Viendo una película, en un bar casi desierto, tú solo. Mayor y solo viendo una película en un canal de derechas, sin casi volumen. Porque esa es otra, no se oía nada. El volumen estaba bajo y casi no se oía. ¿Qué hacía aquel hombre allí viendo una película que no escuchaba? Eleanor Parker creo que es un motivo más que suficiente. Elanor Parker es de esas actrices de película antigua que no recordará mucha gente. Un bellezón de esos de rompe y rasga que hizo películas en las que acompañaba al guapo, películas de aventuras, de romances, en los que ella se hace la fuerte pero acaba rendida ante los encantos del mozo de turno. O no. En El hombre del brazo de oro, Eleanor Parker es una señora mala que finge una enfermedad muy chunga para tener atado al pobre Frank Sinatra, que se ha enamorado de Kim Novak. Pero a ver quién es el listo que no se enamora de Kim Novak. Sea como sea, Eleanor Parker es motivo más que suficiente para ver una película. No sé qué película era. Hubo un momento en el que el señor se fue al lavabo y cuando volvió se encontró con que en la pantalla estaban dando otra cosa. No había acabado la película pero en ese canal habían decido dar un avance de las noticias. El hombre se puso como una furia, bueno, como se puede poner un señor ya mayor que en otro tiempo creo asegurar que no era tan suave en sus modales, porque pensó que le habíamos cambiado el canal. No era así. Le dijimos que estaban dando noticias y que la película igual había acabado. Pensaba que le estábamos tomando el pelo, pero al momento volvió la película y la pudo ver finalizada. Que nadie se tome a mal esto, pero antes, a ese señor le llamábamos Robin. No recuerdo por qué al señor que acompañaba le llamábamos Batman. No había recordado este dato hasta ahora mismo.
Hoy me he enterado de que ha fallecido Maureen O'Hara. Otra actriz de las que le vuelven a uno pequeñito. Con su melena pelirroja, la recordaremos como la fiera salvaje de la que se enamora John Wayne en 'El Hombre Tranquilo', un peliculón de esos de John Ford, que no era un western, pero que seguramente también habrían tenido al señor aquel, al Robin, atado a una silla durante horas el solo, importándole una mierda si el diálogo era bueno o era malo. O si la O'Hara, o la Parker, enseñaban mucho o poco. Hizo más películas, y según vi una vez en una biografía de esas de Internet, era bastante de derechas, más que nada porque era del colectivo de actores que apoyaba a los republicanos. Muy amiga de John Wayne, y eso ya marca. Y qué. Es curioso que mirando fotos, uno recuerda a Maureen O'Hara como un mujerón, una mujer grande, bien, y en cambio en muchas fotos aparece mucho más delgada de lo que uno la recuerda. Bueno. Son apreciaciones sin sentido. De domingo por la tarde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario