sábado, 21 de septiembre de 2019

Crónica del concierto de Pau Riba en la Mercé. Dioptria siempre.

Yo pensaba que con un móvil diferente saldrían fotos diferentes. Definitivamente, no sé hacer fotos. Vamos al lío. ¿Cómo de pesado puede ser alguien con una cosa? Yo soy muy pesado con Pau Riba y especialmente con el Dioptria. Lo explicaré otra vez. Dos discos, uno del 69 otro de meses más tarde. Uno acompañado por Om y el otro por diversos músicos, entre ellos Sisa. Ambos dos son uno solo y como tal se considera como uno de los mejores discos de la historia del rock catalán, sino el mejor, y de la historia del rock español en general.
Pues bien, este año es el 50 aniversario del disco. Y aunque ya ha hecho conciertos celebrando este aniversario en el Barnasants por ejemplo, ayer tocaba en Barcelona, en la Mercé. Casi no voy al concierto porque no sabía nada de este concierto. O lo sabía y no me acordé. El caso es que tonteando con el móvil a ver si había algo en la Mercé que mereciera la pena, me encuentro con que Pau Riba toca el Dioptria en el Moll de la Fusta.
Para mí el Dioptria es un disco de música pero de muchas cosas mal. Hay canciones cuyo contenido es quizás algo discutible hoy día, pero el grueso de las canciones, son totales. Y me volví loco desde que oí a lo lejos cómo estaban interpretando Khitou.
Van a hacer el disco de corrido, dije. Metiendo la pata clamorosamente ya que después de Khitou cantó Rosa d'Abril, pero luego no vino Noia de Porcelana. Luego se fue a otra cosa. A Taxista.
Los discos del Dioptria son uno rockero y el otro folk. Tocó casi todas las canciones. No tocó tres del acústico. Tocó canciones de las que no me puedo separar jamás, como l'Home Estàtic, o la Cançó Setena en Colors. O la propia Rosa d'Abril. O animaladas como la Mort de la Besavia que no esperaba yo jamás haberla escuchado y gritado en vivo jamás. Ni cantar 'que jo tambè em faré pare, que jo també faré fills, tu pariràs nois i noies que voldran veure't morir'. Ni mucho menos cantar en directo, berrear en directo, dando palmas como un loco, con 'Helena, desenganya't'. O la barbaridad de Conxita Cases, si, si, no, no.
Se dejó algunas, tres. Una como la de la Cançó de Nadal y una que es un himno completo y total, la de Pugeu a la barca, que naufragarem, que si la hubiera tocado me hubiera ya muerto completo.
Pero no.
¿Cuánto de pesado puedes ser? Ocurre que había gente, que había colegas como el Jordi o el Alex y es el Alex el que me dice que me dejo una, que también se la ha dejado Pau Riba, la de la Cançó d'uns temps d'uns botons. Tremenda canción.
Un concierto en el que uno está como un loco y mira a los lados a ver si están los demás tan locos como uno. Y había algunas veces que sí, y otras veces que no. Pero casi todo el mundo tararea las canciones y casi todo el mundo es como yo o algo más joven incluso.
Y me acuerdo mucho de mi hermano Paco que le hubiera gustado estar, y del Gorka con el que hacíamos versiones la mar de apañadas del Dioptria....
Y la banda son los Mortimers, que no me gustan especialmente cuando le acompañan porque lo llevan todo al extremo del humor y la cucamona y aquí como banda formal creo que les falta algo de músculo. Pero y qué.
Y ya he visto a Pau Riba. Y hasta me emociono cuando sale Kiko Veneno, así como el que dice cualquier cosa y se le anuncia con los acordes de una de sus canciones, la de Joselito creo, y la banda se va y les deja solos para que canten L'Home Estàtic. Un maestro, le llama Kiko a Pau Riba.
Un maestro. De siempre. Hasta para lo peor. Que también.
Y acaba el concierto y se va uno con la sensación de que es otro de esos momentos que va a tener que ser muy bueno todo lo que pase después para que lo empate.
Después veremos una banda que podríamos calificar como 'Manolo el del Bombo interpreta éxitos de Orbital. Pero eso ya es otra historia.

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