jueves, 12 de septiembre de 2019

Diada Nacional de Catalunya nen

No tengo imágenes de la manifestación de la Diada porque no fui. No es que no fuera, es que no vi ni la tele. Pero sí que escuché por la radio las primeras valoraciones. No eran buenas. Y la pregunta era como siempre la de 'ahora qué'. Y salió el President, Molt Honorable, y dijo unas cosas así como si no se hubiera enterado de nada y que la sentencia verás, y que arriba los faroles.
Este año se veían como siempre a las cuatro de la tarde a los que iban camino del metro de Santa Coloma con las banderas y las camisetas. Este año, como siempre, no se podía decir que no iba a ir gente. Iba a ir gente. Porque siempre va a ir gente. O al menos, los próximos años.
Hubo unos años en los que todavía hacíamos el propósito de ir. Por ir o por curiosidad o quién sabe. Hace años que esto no pasa. No vas a las manifestaciones de otro. Ha costado entenderlo, pero cada vez es más claro. Son manis de otro, de otra gente, que en todo caso están cómodos cuando haces la conversión y te pasas a su bando. No vayas si no lo compartes. No es necesario.
Dicen que en una mani espontánea un grupo de gente comenzó a gritar que 'había que echar a los colonos'. Aquí, en nuestro pueblo, a la gente se le calienta el morro. Comienza a escribir tweets criticando cierta gestión de las actuaciones en la Festa Major y acaba soltando también lo de los colonos. Siendo criticable o no la gestión, llamar colono, paternalisme colonial, hace que uno se pregunte. ¿Estarán satisfechos con el cero? ¿Querrán más?
Aquí en el pueblo se fastidió la SeptemberManifestazionen por la lluvia y la verdadera vanguardia no participó del acto institucional. En el acto institucional gente por los pelos porque iba a llover y en una hora todo ventilado. Hicimos este año marca mundial de rapidez en dejada de ramo. Todo el mundo allí. Un todo el mundo cada vez más reducido. 
Colonos, botiflers, ñordos. La Diada que menos me ha interesado. Por la mañana en la tertulia los opinadores seguían dándole vueltas a conceptos a historias a movidas a soluciones. El de Esquerra con ampliar la base y a ver si convencen a más comunes de la buena nueva de la República. Temo por Xavi Domènech, siendo sincero. Una periodista de nombre Astrid y apellido Bierge sigue encaparrada en la desobediencia en los políticos que no hacen nada... en la tertulia de ayer el Jaume Barberà hablaba del riesgo de que estuviese naciendo un populismo de derechas. Es que el Barberà fue con nosotros en unas elecciones.
Nosotros veníamos diciendo desde hace tiempo que esto del procés, por mucho que lo vistieran de república, de revolución, etc., tenía pinta de cosa de derechas. De cosa de gente bien. De orden. Con mucha gente de buena fe implicada, naturalmente, pues claro, pero que al final de la cosa, nada.
Y si decías que esto era nada, eras y sigues siendo equidistante.
¿Cómo era aquello que me dijeron en twitter en aquellos tiempos de que no teníamos que tener miedo que el movimiento nos hiciera caer el sombrero? ¿Qué se cayó al final?
¿Qué se estaba moviendo?
Marta Rovira diciendo que puede que el 1 de octubre no tenía toda la legitimidad. No me jodas. Dos años después, no se podía decir.
Dicen que han habido seiscientas mil personas en la mani. Mucha mucha gente. ¿Y? Con más gente qué ha sucedido. Qué se está haciendo. Qué hay.
Un año más, manifestación, valoraciones, conclusiones, próximas fechas. Dentro de nada será la sentencia del procés. Otra fecha. Otro 'qué va a pasar'. Y mientras tanto todo pasa y la política va volviendo a ser lo que fue. La nada.
Muchas gracias por todo.

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