lunes, 16 de septiembre de 2019

Una, dos, tres Santa Colomas

Dónde estaba usted el sábado por la tarde. Un, dos, tres. El sábado por la tarde era una de las quinientas, doscientas o setenta personas que participó en la manifestación en la que los vecinos de Santa Coloma clamaron por la seguridad. Puede que fuera una de esas personas. Puede que fuera una de esas personas que pasaran absolutamente del tema. Puede que sea una de esas personas que en los grupos de Facebook locales clamen por que no hubo toda esa gente que uno espera que vaya a las manifestaciones que uno convoca. No hemos informado lo suficiente. Puede que sea usted uno de esos políticos locales que no fueron a la manifestación pero que, como Raúl en sus tiempos del Real Madrid, marque el gol debajo de la portería. O al menos usted piensa que es Raúl y simplemente es Vinicius. Políticos locales jugando con fuego. El fuego que nos va a ir calentando y que un día, quizás ese día no lo veamos nosotros, nos abrasará.
Es usted quizás uno de los que salieron a la calle el otro día en el barrio de las Oliveras para reclamar la expulsión del barrio de unas personas conflictivas. Familias conflictivas. Es usted quizás una de las personas que se enfrenta a la decisión del qué hacer. Es quizás una de esas personas que ha tenido que decidir que el pueblo manda y el gobierno obedece. Que el poder de la calle es mayor y que para ello es necesario desalojar a esa familia conflictiva de ese piso ocupado y acabar con el problema. Es usted quizás la persona que sienta un precedente en la ciudad justo el día de antes de que tenga lugar una manifestación. Es usted quizás consciente de que vivimos en una ciudad que tiene manchitas en marrón oscuro en los mapas donde el marrón oscuro significa pobreza. Pobreza de gente que necesita mucho de muchas cosas. Quizás deberíamos saber qué significa vivir en una ciudad con necesidades y donde el caldo de cultivo para que si no ponemos los medios y alejamos los miedos, un día pasará una desgracia. La desgracia que vive día a día la gente que no tiene. Pero ese tema no nos interesa.
Puede ser que usted sea de los que considere que lo necesario es relanzar un barrio. Otro barrio. Un barrio que nos van a quitar, que se van a llevar. El barrio que puede desaparecer. Y se vuelque en ese barrio que, precisamente, sale con las manchitas más verdes donde dice que las manchitas verdes oscuro corresponde con aquellos barrios que más mejor están. Es una opción.
Vida en tres Santa Colomas. Cuál es la suya. Puede que sea una tercera si es que nos hemos dejado alguna opción o una cuarta si es que consideramos que una son dos. Siempre nos queda otra Santa Coloma que no sale en ningún sitio, que no sale, que está ahí, yendo y viniendo, para aquí y para allá, que no se entera absolutamente de nada de lo que pasa en las redes pero que va y viene y que está ahí y que ha salido a comprar y que tiene que ir mañana al médico o que tiene que ir a buscar al nieto al cole o va a quedar con los amigos y amigas para ir al corretapa o si no hay corretapa pues lo que sea. Y para esa Santa Coloma todo va relativamente bien o relativamente regular. No es ajena a lo que pasa y no es partícipe porque ya se va haciendo todo más o menos. Y los demás montan y montamos cosas y cosas y ahí estamos.
Pero esos somos los demás. Ni usted ni yo sabemos nada de esto.

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